EN VIALE SE PUSO EN MARCHA LA UNIFICACION DEL
AUTOMOVILISMO ENTRERRIANO
La Autopeña “5” que apoya a Gustavo Grinóvero, tuvo
a su cargo la responsabilidad de organizar este trascendental Premio
Apertura del automovilismo entrerriano,
nunca tan entrerriano como en esta ocasión. Porque en el escenario del Juan
Manuel de Viale iban a presentarse las categorías provinciales en actividad,
por primera vez compartiendo una programación en el inicio de una etapa de
integración total.
Tarea difícil pero cargada de expectativas.
Volverían a la zona pilotos de la talla de
Vaccalluzzo, Bonelli, Lonardi y muchos otros apellidos cargados de recuerdos.
Existía la posibilidad de alcanzar un buen parque motor. Y todo eso determinó
que hubiera que ponerse a trabajar duro para dejar el circuito a la altura de
las circunstancias.
Así fue como el 10 de abril de 1988 –fecha que
quedará grabada en los anales del automovilismo zonal-, en un día estupendo de
otoño, ese típico otoño entrerriano soleado sin viento y con agradable
temperatura, se hicieron presentes 19 H&M en TC 850 y apenas 6 del TC del
Litoral. El escenario, diez puntos y piso firme. Atrás quedaban muchas horas de
reuniones y tratativas. Atrás quedaban los detractores que, aunque usted no lo
crea, existieron. Atrás quedaba una noche de sábado en que se rubricó el
convenio entre UVE y FEDAD, noche de caras satisfechas, abrazos, sinceramientos
y la promesa de caminar juntos para adelante, a cualquier precio.
Más de mil quinientas entradas vendidas entre
mayores y menores, y una estimación de 2.000 espectadores, ya era un buen
síntoma al mediodía del domingo. Como para no serlo si ya se estaba duplicando
la mejor recaudación de Viale ’87!..
Como si siempre hubieran trabajado juntos, los
cronometristas de UVE y FEDAD pusieron manos a la obra. Y los artistas salieron
al escenario, entremezclados, dispuestos a dar todo de sí. Carlos Rey se quedó
con la pole en 53.80 a 119,552 kph. Sólo una centésima de ventaja sobre Edgardo
Dioro9. Y detrás, dentro del segundo, Jorge Mizawak, Antonio Antivero, Alberto
Salvador Galiano, Rodolfo Marconi y Gustavo Grinóvero.
Como novedad aparecía Juan Carlos Jacobi con el
Bravi-Peugeot ex Fabián Pérez, Reynaldo Vaccalluzzo con el Berta ex Ricardo
Grinóvero y, sobre el mediodía, el uruguayo Pitti Caputo decía presente.
Pirincho Lonardi, con un pistón roto, terminaba temprano su reaparición ante
este público.
PROGRAMACION SIN BACHES
La jornada no tuvo
baches. La programación fue continuada con las tres categorías, sin fisuras y
con poco tiempo –si se quiere-, para atender los reclamos del estómago.
Dos series a diez
vueltas, una para cada reglamento, seguían en el cronograma. Y Carlos Rey
ganaba la de UVE (Fórmula 5 ER) sobre José Veronessi y Enrique Zanardi,
Reynaldo Vaccalluzzo, Juan Colombo y Pablo Ruiz. Mientras que Omar Ruiz,
Caputto y Schmunck completaban con un giro menos.
Jorge Mizawak ganaba la
de FEDAD sobre Edgardo Diorio y Galiano. El de Lucas González terminó con
problemas en la tapa de cilindros. Luego clasificaron Antivero con un auto muy
veloz, Marconi, el Gurí Omar Martínez blanco de muchos comentarios por su
campaña en la Fórmula Renault Argentina, Jorge Brutti, Ricardo Ballari y
Perrota, con todas las vueltas. El local Grinóvero con 9 y Jacobi con 8,
completaban. Solo abandonó Guillermo Miceo.
La final prometía mucho.
Quizás más de lo que realmente ofreció, porque Rey se cortó sólo desde la
largada y se fue adelante a un ritmo demoledor, en nueve vueltas le sacó más de
siete segundos a su escolta Edgardo Diorio. Pero el pedal del acelerador se le
salió de su lugar y el de Gualeguaychú, muy vehemente, se detuvo frente a
boxes. Y a pesar de solucionar parcialmente su problema, perdió toda
posibilidad.
Heredó la punta Diorio
con Jorge Mizawak a sus espaldas. Detrás se planteaba un duelo aparte entre
Zanardi y Galiano, mientras Jacobi con problemas de caja se las ingeneaba para
mantener un ritmo respetable. Sexto Brutti, luego el santafesino Ballari
desempeñándose muy bien, Rey intentando recuperar en la segunda mitad y
Vaccalluzzo tratando de llevar decorosamente a un Berta con suspensión para
asfalto. Todos terminaron con el total de 20 giros y con una vuelta menos
Gustavo Grinóvero.
Segunda parte de carrera
aceptable, con general prolijidad. Buen comportamiento de todos los pilotos y
un comienzo de temporada realmente para abrigar esperanzas. El piso del
circuito cumplió su cometido sin nada de polvo. El clima de boxes respiró
caballerosidad y, en síntesis, podemos afirmar que el inicio de esta etapa ha
sido auspicioso.
La unificación comienza
a transitar su camino. Ahora los protagonistas, pilotos y dirigentes, tienen la
enorme responsabilidad de cuidar de la criatura.
El primer paso se dio y
bien, hay promesas de retornos y debuts. Próspero Bonelli estuvo presente,
mirando qué hacer para estar con posibilidades. El campeón Gerardo Beber
también anduvo observando el día sábado. Fabián Pérez tiene ganas de volver.
Riva estará pensando si vender o armar su auto. José Lugón se integrará en las
próximas.
JORGE A. DEU
Publicado en HOMBRES & MAQUINAS edición Nº 51, marzo / abril 1988.
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